jueves, 29 de noviembre de 2018


Tipos de conocimientos

Las ciencias sociales son disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad y sus diferentes aspectos como: economía, derecho, historia, etc. Estas sirven para estudiar situaciones y como resolverlas, explicarlas o prevenirlas.
Una ciencia es la prueba de la verdad de una afirmación por medio de pruebas y experimentos.
Los conocimientos son saberes que adquirimos a lo largo de la vida.
Conocer es reproducir en la mente un objeto. El conocimiento es una imagen o representación ideal del mundo natural, social o espiritual que nos rodea. Mediante el conocimiento captamos o aprehendemos en la mente cómo son las cosas de la naturaleza (un paisaje, un árbol), Las relaciones entre personas en el mundo social (relaciones de producción, Las distintas formes en que nos relacionamos con los demás) e incluso los valores de nuestras distintas culturas (que entendemos por lo bello, lo bueno, la solidaridad, etcétera).
Hay distintas formas de conocer o representarnos Las cosas en la mente. Estas representaciones mentales pueden ser imágenes particulares de algo o bien, ideas generales de las mismas cosas.

El conocimiento puede surgir de algo que comprendemos de repente, sin necesidad de razonamiento; llamamos a eso conocimiento intuitivo, la mayoría de las veces se trata de ocurrencias e imaginación.

Una segunda forma de obtener conocimiento es cuando nos lo dice alguien más, que suponemos que sabe. A ese conocimiento lo llamamos de autoridad, pues le otorgamos autoridad a quien lo dijo y por eso lo aceptamos: al maestro, al médico, al sacerdote.

Cuando el conocimiento no proviene de una sola persona a la que damos autoridad, sino de un grupo de individuos. En ese caso se le conoce como conocimiento de consenso, porque resulta de la creencia del grupo en su conjunto.

La tercera forma de adquirir conocimiento es por nosotros mismos, cuando lo experimentamos; lo llamamos conocimiento empírico porque proviene de la experiencia, por ejemplo: cuando aprendes que darte un martillazo en el dedo es algo doloroso, lo hiciste empíricamente.

El conocimiento religioso, el cual también implica otorgar autoridad, en este caso a una divinidad, un ser que pretendidamente se encuentra por encima de los seres humanos. Éste es el tipo de conocimiento que podemos encontrar en los textos y rituales sagrados de las distintas culturas.

También existe un modo de conocer que surge de la reflexión y que busca indagar más allá de las preguntas que podemos hacernos acerca de todo lo que nos es próximo o inmediato y que conocemos por medio de los sentidos o la experiencia. Este conocimiento, al que se le conoce como filosófico.

Por último, hay formas ordenadas y metódicas de obtener conocimiento al que llamamos científico. La ciencia prueba la verdad de una afirmación. Cuando queremos saber si la suma de los ángulos de un triángulo siempre es igual a 180 grados, nos referimos a una construcción mental: “el triángulo”.

Cuando analizamos el conocimiento que se refiere a estos objetos mentales hablamos de ciencias formales, porque su objeto de estudio son las formas, como cuando estudiamos matemáticas o lógica (o disciplinas parecidas, como la filosofía y la teología). 

Zoon politikón es un concepto creado por Aristóteles, cuyo significado literal de la expresión es «animal político» o «animal cívico» y hace referencia al ser humano, el cual a diferencia de los animales posee la capacidad de relacionarse políticamente, es decir, crear sociedades y organizar la vida en ciudades.

Cuando Aristóteles definía al hombre como zoon politikón, hacía referencia a sus dimensiones social y política. El hombre y el animal por naturaleza son sociales, pero solo el hombre es político, siempre y cuando viva en comunidad. Por tanto, la dimensión social ayuda a constituir la base de la educación y la dimensión política contribuye a la extensión de esa educación.

ciencias fácticas y formales
Las ciencias formales se demuestran mediante secuencias de pensamiento lógicas, las cuales empiezan basándose en afirmaciones que se admiten sin necesidad de demostración (llamadas axiomas) y que suponemos ciertas. A partir de dichos axiomas, todo lo demás que podamos deducir será cierto siempre y cuando los axiomas se cumplan. Pero no siempre pueden probar que sus axiomas son ciertos.
Las ciencias formales se construyen sobre ideas puras, existen otras que se relacionan con hechos, no sólo con ideas. A éstas las llamamos ciencias fácticas y tienen la ventaja de que podemos confirmar sus afirmaciones en el mundo real. Hay dos grandes tipos de ciencias fácticas: las que tienen que ver con los fenómenos de la naturaleza que no dependen los seres humanos, y por eso se denominan ciencias naturales, y las que tienen que ver con los seres humanos, que son llamadas ciencias sociales.
Una de las diferencias más claras entre ambos tipos de ciencia, es que las formales se dedican a pensar, razonar y construir abstracciones. Es decir, no se ocupan de los sucesos de la naturaleza que llamamos hechos; como la materia, el clima, las enfermedades o las sustancias químicas. Tampoco de acontecimientos sociales o históricos, como las revoluciones, los movimientos culturales o las tradiciones de los diferentes pueblos.
Otra de las diferencias se da en el método que utilizan para producir sus saberes. En las ciencias formales, el método principal es la deducción. Las ciencias fácticas, tienen más elementos.
Se conocen como ciencias fácticas a todas aquellas cuyo objeto de estudio son fenómenos concretos, a diferencia de las formales cuyo objeto es abstracto. Dentro de los fenómenos concretos se encuentran todos los que conocidos como sucesos naturales, por ejemplo, el clima, la materia, el comportamiento animal y humano, los planetas, las enfermedades o los microorganismos.
Las ciencias fácticas contrastan hipótesis, modelos y teorías con datos empíricos. Y también generan hipótesis, teorías y modelos a partir de datos empíricos.
Las ciencias fácticas emplean el método experimental concebido en un sentido amplio; se basa en datos empíricos.
 
El conocimiento tiene la gran virtud de ser acumulable. Lo que hoy sabemos es resultado de lo que supieron quienes vivieron antes que nosotros, más lo que logremos añadir por nuestro propio esfuerzo. Pero cada época afecta lo que se puede aprender. Las ciencias, tanto las sociales como las experimentales, provienen de la filosofía. En Occidente, esta disciplina tiene su origen en la antigua Grecia y su nombre quiere decir “amor por la sabiduría” (del griego philos=amor y sophia=sabiduría). La filosofía busca encontrar las causas primeras y las consecuencias últimas acerca del mundo, y se distingue de las ciencias porque mientras éstas buscan explicar sus objetos
14 Introducción    a    las    ciencias    sociales de estudio mediante relaciones de causa y efecto (¿qué causa las mareas?, ¿cómo se conforman las sociedades?, etc.), la filosofía busca ir más allá (por ejemplo, ¿qué es la naturaleza? y ¿cómo podemos conocer algo?). En las ciencias naturales, como hemos visto, hay una gran ventaja respecto de las ciencias sociales: se puede experimentar, repetir una pequeña realidad controlada cuantas veces se necesite para probar las hipótesis. En las ciencias sociales esto no puede hacerse. La causa es su objeto de estudio: el ser humano en sociedad, y sobre ello no se puede experimentar. Aunque puede bromearse con la idea de que los gobiernos experimentan con la sociedad, pero era sólo una broma, no se trataría en realidad de un experimento en los términos que explicamos.
Filosofía, ciencias sociales y ciencias experimentales
La revolución científica 

Cuando Nicolás Copérnico (1473-1543) propuso la teoría de que la Tierra giraba alrededor del Sol, lo mismo que el resto de los planetas, este “giro copernicano” tuvo consecuencias importantes para el desarrollo del conocimiento y para la historia de la humanidad. De pronto se cuestionaba un hecho aceptado como una realidad y se abría la puerta para cuestionar otros hechos que en ese momento explicaban la relación del ser humano con lo que le rodeaba.

Años después, los trabajos de Galileo Galilei (1564-1642), quien inventó el primer telescopio astronómico que ayudó a probar la teoría copernicana, y de Isaac Newton (1642-1727), quien propuso la ley de la gravitación universal, entre otras leyes de la física, irán en este mismo sentido: transformar por completo ideas que antes se daban por verdaderas. Surge así una nueva concepción del Universo, de la realidad que nos rodea y de la manera de obtener conocimiento. Se trata de una revolución en el campo de las ideas, de la concepción del Universo y de la relación del ser humano con éste, conocida como revolución científica. 

Relación de las ciencias sociales con otras ciencias

Las ciencias que estudian la sociedad son, como hemos visto, muy diversas. En el siglo xviii, la sociología fue pensada como la ciencia que se dedicaría precisamente a dicho estudio. Sin embargo, la economía se inició por las mismas fechas, y con paso más firme que la sociología. 
Etimológicamente, la antropología es la ciencia que estudia el ser humano; en realidad tiene raíces igualmente profundas que la sociología, pero se concentra en un par de conceptos que le han dado una perspectiva distinta. Durante mucho tiempo el estudio de las razas fue la base de la antropología; afortunadamente esta idea ha sido superada y sólo queda el otro concepto básico: la cultura. La antropología proviene de la división del estudio de lo humano que se produjo durante el siglo xix en Europa Occidental. La antropología era una especie de ciencia de los humanos considerados como diferentes de los europeos. Servía para estudiar a los catalogados como salvajes, a las tribus, a las comunidades tradicionales, primitivas y prehistóricas. En esos tiempos, ser distinto significaba ser menos humano
Lo que se conoce como ciencia política es el estudio sistemático de los procesos de gobierno, utilizando métodos científicos. A diferencia de la filosofía política, que especula sobre los valores y principios de la obligación política y con términos como justicia, libertad, etc., la ciencia política trata de derivar principios de hechos objetivos incorporando el elemento de la cuantificación, además del análisis teórico que proveen otras disciplinas; busca establecer, por observación, la existencia de uniformidades en el comportamiento político y obtener inferencias correctas de estos datos. La diferencia no era tan clara a finales del siglo xx. Los orígenes de la ciencia política contemporánea están en el entusiasmo del siglo xix por crear ciencias sociales. El punto de partida es Saint Simon, un socialista utópico que en 1813 sugiere que la moral y la política deben convertirse en ciencias positivas, esto es, disciplinas en las que la autoridad descanse no en preconcepciones subjetivas, sino en evidencia objetiva. Esto concuerda con el positivismo de Augusto Comte. Ambos publicaron en 1822 el Plan de las operaciones científicas necesarias para la reorganización de la sociedad, en el que argumentaban, entre muchas otras cosas, que los políticos deberían ser físicos sociales y que el propósito de la física social era descubrir las (estables) leyes del progreso. Aquí surge la ley de los tres estados a través de los cuales, según ellos, debe pasar el conocimiento: teológico, metafísico y positivo, que Comte establecerá como el tema de la física social (así se llamaba a la sociología). El positivismo del siglo xix trajo nuevos enfoques para el estudio del Estado.
Las reglas formales de la sociedad se agrupan en algo que llamamos derecho. Se trata de reglas básicas que el Estado puede imponer a la sociedad; de hecho lo hace. Antes de aclarar lo que significa regla, veamos lo que significa derecho. El derecho puede ser objetivo, que es el conjunto de normas constitutivas de un ordenamiento jurídico (lo que denominamos derecho romano o derecho mexicano, por ejemplo); puede ser subjetivo, que se refiere a las facultades que la ley reconoce a un individuo (como la calidad de propietario, por ejemplo); puede ser vigente, el que aplica en una condición determinada; o puede ser positivo, que es el conjunto de normas que efectivamente se observan; esto incluye no sólo la ley, sino muchas costumbres. Norma jurídica es el nombre que los abogados dan a las reglas sociales. Y una norma tiene ciertas características importantes. Primero, es heterónoma, o sea que la hace alguien distinto de aquél al que se aplica (no nos damos nosotros solos nuestras reglas); segundo, es bilateral, porque concede derechos y obligaciones a las partes que se involucran (por eso es bilateral: dos lados); tercero, es exterior, su cumplimiento tiene que ver con las relaciones con los demás, no con el interior de uno mismo, y cuarto, es coercible, o sea que se puede sancionar a quien no la cumple, al menos de manera hipotética. Cuando una regla cumple con estas cuatro características hablamos de una norma jurídica. 



Si queremos definiciones, la economía tiene un buen surtido de ellas. La más popular se debe al economista inglés Lionel Robbins: “economía es la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos”. Sin embargo, esta definición adolece de defectos, tal vez menores, desde el punto de vista práctico, pero importantes desde un enfoque epistemológico: falta, por ejemplo, el concepto de sociedad en esta definición y los fines y los medios no se identifican claramente. Oskar Lange propone como definición de economía la siguiente: “La economía política, o economía social, es el estudio de las leyes sociales que gobiernan la producción y distribución de los medios materiales que satisfacen las necesidades humanas”. El problema de utilizar conceptos como “leyes sociales” o “medios materiales” es que oscurecen el sentido de la definición. 
La psicología se ha vuelto muy famosa, sobre todo con las series de televisión y películas de Estados Unidos, donde parece que todos van al psicólogo. En México también ha aumentado mucho la visita a estos especialistas. 
La psicología es la disciplina científica que estudia los procesos mentales y el comportamiento en los humanos y otros animales. La mente es, posiblemente, lo más complejo que conocemos, así que la ciencia que se dedica a ello es, naturalmente, amplísima. Esta misma amplitud dificulta la construcción de una visión teórica general. Existen muchos campos de trabajo en la psicología, desde cuestiones aplicadas (industria, recursos humanos, consumidores) hasta experimentales, incluyendo la psicología clínica, que es posiblemente la más importante. La psicología experimental tiene también un amplio rango de operación, educacional, infantil, social, fisiológica, etcétera. 
Marxismo

El marxismo se trata de una doctrina político-filosófica desarrollada por Karl Marx, de ahí marxismo, uno de los grandes filósofos y economistas de la Alemania del siglo XIX que, junto a Friedrich Engels, fueron los que desarrollaron la ideología de dicha teoría. La idea principal de este nuevo ideario se basaba en cómo con el paso del tiempo iba evolucionado la economía recriminando al comercio de ser la principal causa de explotación de los trabajadores, por parte de la clase capitalista.


Teoría critica

A principios de la década de 1920 (1922-1923), en pleno disfrute del capitalismo ascendente en América y en grave crisis en Europa central, se construye una escuela de pensamiento filosófico alrededor de la Instituto de Investigaciones Sociales de Frankfurt. Durará poco en Alemania, pues el ascenso del partido nazi provoca el éxodo de los pensadores más relevantes. La escuela nunca volverá a reunirse, y algunos de sus fundadores se establecieron en Suiza, Francia y Estados Unidos.

 
Los participantes en esta aventura intelectual son muy disímbolos. Teodoro W. Adorno (1903-1966), Max Horkheimer (1895-1973), Walter Benjamin (1892-1940), más poeta que filósofo y quien habrá de morir en las costas de España en su intento por huir del holocausto; Erich Fromm (1900-1980), psicoanalista y filósofo y Herbert Marcuse (1903-1978). La herencia intelectual de la escuela recae en Jürgen Habermas (1929), en la década de 1970.



Nuevamente, el asunto de los tiempos es relevante. Los participantes de la Escuela de Frankfurt nacieron alrededor del 1900, por lo que su juventud estuvo marcada por la Gran Guerra, la locura de los años veinte, la grave crisis de los treinta y la Segunda Guerra. En cambio, Habermas verá en sus primeros años esta segunda conflagración, pero su juventud será de la posguerra, del nuevo ascenso del capitalismo y la aparición del consumismo real (recuerda que antes de la Segunda Guerra no había penicilina, ni plástico, ni electrónica).

Así, la visión de Habermas es diferente de la Escuela de Frankfurt, aunque esté muy relacionada. Adorno y Horkheimer proponían, frente al marxismo, una visión más cultural de la sociedad y menos economicista, propuesta que tomará un sentido orientado al psicoanálisis con Fromm y Marcuse. De hecho, habrá serias discusiones teóricas en 1968, en Francia, entre Marcuse y Jean Paul Sartre, un filósofo marxista bastante más ortodoxo. Esta discusión es muy diferente de la que Habermas tuvo, unos años después, frente a Niklas Luhmann, sociólogo alemán de pensamiento complejo que, al igual que Habermas, propone una visión comunicacional de la relación social, aunque con una perspectiva distinta. 
la teoría comprensiva es una corriente de pensamiento cuyo planteamiento central consiste en estudiar a la sociedad a partir de la interpretación del comportamiento individual y la acción social que realizan las personas que la conforman, para comprender y explicar sus causas y efectos. Su representante más importante es Max Weber (1864-1920), economista y sociólogo alemán, conocido por su análisis de la política, el origen y desarrollo del capitalismo y la burocracia.

Para Max Weber, “la finalidad de la Teoría comprensiva es comprender la realidad social en que vivimos. Esto lo podemos hacer de manera objetiva, tal y como lo planteaban Karl Marx y Émile Durkheim, pero la objetividad es sólo una herramienta metodológica que agrupa las características generales de los fenómenos que pretendemos analizar y no es suficiente”.
Así, llegamos a la primera conclusión: los conceptos no son más que herramientas metodológicas que nos permiten acercarnos al estudio de los hechos sociales. Pero la sociedad está conformada por individuos, que influyen para que sus acciones tengan un significado y carácter particular.

Teoría comprensiva

Si partimos de esta idea, debemos reconocer que el comportamiento de las personas muestra una tendencia a la subjetividad, ya que es el reflejo de sus ideas, valores, creencias y emociones en un plano individual.

A su vez, la acción individual se convierte en social en la medida en que la actuación de las personas influye y a su vez es afectada por la acción de otros individuos, sólo por eso se vuelve social. En este sentido, Weber reconoce que “el contexto social interviene en los sujetos, ya que todo lo que hacemos es resultado no tienen ningún contenido específico, ya que el término sociedad no es otra cosa más que un elemento de ensamble, un conglomerado que posibilita la organización de los actos individuales”.
En conclusión, la teoría comprensiva es una teoría que solamente urga en el sentido de las acciones de los sujetos, algo muy enriquecedor para las ciencias sociales, sin embargo, ha venido degenerándose en otras propuestas que lo que menos han hecho es encumbrar el conocimiento.

Estructural-funcionalismo



Émile Durkheim estaba preocupado con la cuestión de cómo ciertas sociedades mantienen la estabilidad interna y sobreviven en el tiempo. Propuso que tales sociedades tienden a segmentarse, con partes equivalentes que se mantienen unidas por valores compartidos, símbolos comunes o, como sostenía su sobrino Marcel Mauss, sistemas de intercambios. Durkheim utiliza el término "solidaridad mecánica" para referirse a este tipo de "bonos sociales, basados en los sentimientos comunes y valores morales compartidos, que son fuertes entre los miembros de las sociedades industriales".8​ En las sociedades modernas, complejas, los miembros realizan tareas muy diferentes, lo que conlleva a una fuerte interdependencia. Basándose en la metáfora ya mencionada de un organismo en el que muchas partes funcionan juntas para sostener el conjunto, Durkheim sostiene que las sociedades complejas se mantienen unidos por solidaridad orgánica, es decir, "lazos sociales, basados en la especialización y la interdependencia, los que somos fuertes entre los miembros de las sociedades industriales".

Sociedad

Las sociedades se forman por conjuntos de individuos que comparten una cultura y se relacionan entre sí para formar una comunidad. No podemos pensar en los individuos fuera de un sistema de valores compartido con los miembros de su comunidad. 


Como vimos antes, los seres humanos establecemos relaciones con los demás mediante un conjunto de formas de interacción estandarizadas; esas formas se denominan procesos sociales y son formas repetitivas de conducta que se encuentran habitualmente en la vida social, como cadenas de interacción dirigidas a un fin o como vínculos que existen entre las personas. Todo proceso social tiene las siguientes formas posibles: intrapersonal; de persona a persona; de grupo a persona, de grupo a grupo. En otras palabras, hay relaciones entre personas (como la que tú tienes con tu pareja o con algún amigo especial), entre una persona y un grupo (tal vez el mejor ejemplo sea tu relación con tus compañeros de clase, en donde empieza a funcionar el rol) y entre grupos completos, cuyo análisis es muy complejo. 

El concepto de prácticas sociales en el estudio de la sociedad es relativamente moderno y, aunque cuenta con algunos destacados sociólogos entre sus promotores, no ha logrado establecerse a plenitud. Se acepta a Pierre Bourdieu (1930-2002) como el creador de esta teoría, a partir de su concepto de habitus. Bourdieu construye su interpretación de la sociedad como una combinación de las teorías de Marx, Weber y la corriente estructuralista. Bourdieu 

Instituciones gubernamentales relacionadas con diferentes ámbitos 


Política económica

La existencia del gobierno permite a la sociedad modificar su desempeño en cuanto a crecimiento y desarrollo. El gobierno dispone de un conjunto de mecanismos, llamados política económica, que hacen posible guiar los destinos del sistema económico hacia el crecimiento y el desarrollo. Estos mecanismos también se llaman instrumentos.




La economía mexicana


El gobierno es un agente económico extraño, ya que su comportamiento es muy diferente al que tiene una empresa o una familia. El gobierno recibe ingresos básicamente a través de los impuestos. También cobra tarifas y comisiones, pero son una parte menor. Sus erogaciones se realizan en dos rubros principales: el gasto y la inversión pública. La inversión corresponde a los egresos que se destinan a bienes de capital e infraestructura, mientras que el gasto atañe a los egresos en sueldos, adquisiciones de bienes de consumo, servicios, etc. En la figura 6.1 tenemos un esquema del presupuesto gubernamental (2010) que se maneja en nuestro país, expresado en millones de pesos.

Salud

La atención pública de la salud en México se inicia en el Porfiriato, se interrumpe durante la Revolución y se reconstruye con gran ánimo a partir de la década de 1930. Al igual que la educación, se descentraliza en 1992, entregando el gasto público en salud a las entidades federativas, pero manteniendo una directriz central en la Secretaría de Salud. La historia de la Secretaría de Salud (antes llamada Secretaría de Salubridad y Asistencia) incluye grandes logros. Entre ellos, posiblemente el más reconocido a nivel nacional fue la erradicación de varias enfermedades infecciosas con grandes esfuerzos de técnicos epidemiólogos en todo el territorio nacional. Todavía hoy, en localidades muy alejadas, puedes encontrar en viviendas antiguas un letrerito en la puerta: “CNEP” y un número. Es la Comisión Nacional para la Erradicación del Paludismo, que prácticamente cubrió todo el territorio nacional tropical para acabar con esta enfermedad. Además de la Secretaría de Salud, existen en México otras instituciones públicas dedicadas a la salud, en especial el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Este último cambió ligeramente su nombre desde su fundación en 1960, mientras que el otro fue creado en 1943 con el mismo nombre que tiene hoy. Estas dos instituciones tienen su origen en la necesidad de otorgar servicios de salud y pensiones a los trabajadores. La fundación del IMSS en 1943 obedece a la presión que se fue generando con la industrialización del país, que nunca antes estuvo acompañada de un sistema que pudiera garantizar prestaciones mínimas a los trabajadores. La institución es tripartita, es decir, está sostenida por tres partes: el gobierno, los empresarios y los trabajadores, aunque el gobierno ha controlado siempre su funcionamiento y a las otras dos partes, en realidad, lo único que les toca es pagar sus cuotas.

Cultura


Como hemos visto, cuando hablamos de cultura podemos tratar de decir varias cosas distintas. En el bloque anterior vimos la cultura como práctica social; sin embargo, desde la óptica de las instituciones del Estado, este término no quiere decir precisamente lo mismo. Cuando hablamos de instituciones gubernamentales, el ámbito cultural se ve reducido a aquellas manifestaciones relacionadas con el arte, con la conservación de las tradiciones y con los elementos más significativos de la creación indígena y popular, pasando el resto de las manifestaciones culturales a ámbitos como el educativo, el social, el propiamente indígena, entre otros. 


Pese a que nuestro país cuenta con una enorme riqueza cultural, que va desde nuestras tradiciones y los vestigios arqueológicos de las culturas prehispánicas que poblaron nuestro territorio hasta la producción de nuestros actuales artesanos o el trabajo de creadores mexicanos como José Emilio Pacheco, Francisco Toledo o Tania Pérez-Salas (¿los conoces?, si no, investiga quiénes son; seguramente lo encontrarás interesante), lo cierto es que el ámbito cultural ha sido históricamente relegado a un segundo plano por la mayoría de las administraciones federales, que suelen ver la cultura como un gasto innecesario, como algo totalmente improductivo en términos económicos, o como una bonita forma de promocionarse políticamente. Prueba de ello es que dentro de la organización administrativa del gobierno federal, éste ámbito no es atendido directamente por una secretaría, sino por una dependencia de la Secretaría de Educación Pública.

Educación

En México se ha hecho un gran esfuerzo por dar cobertura educativa, es decir, por tener espacio suficiente en la escuela para todos los que están en edad de asistir. Apenas hace algunos años se logró este objetivo a un nivel razonable para secundaria, y todavía nos falta mucho para lograrlo en educación media superior y en estudios profesionales. Sin embargo, además de darle escuela a todos, hay que hacerlo con un nivel de calidad mucho mayor que el actual.

Como sabes, el sistema educativo en México consta de tres niveles. La educación básica incluye preescolar (un año), primaria (seis años) y secundaria (tres años), para dar un total de 10 años obligatorios. En el segundo nivel, media superior, hay la posibilidad de estudiar el bachillerato, que tiene el objetivo de preparar a los jóvenes para incorporarse a la educación superior, o se puede elegir una opción terminal, es decir, aprender una actividad técnica o un oficio.


Esta segunda opción es muy común en muchas partes del mundo, pero en México muchos jóvenes la rechazan porque aspiran a obtener un título profesional. Como verás en otra parte de este tema, el problema es que no existe espacio para tantos jóvenes en la educación superior. Los inicios del sistema educativo en México se remontan a finales del Porfiriato, cuando se crea la Secretaría de Instrucción Pública, para finalmente cumplir uno de los objetivos de los liberales del siglo xix: desplazar a la Iglesia Católica de la educación. Cuando se discute la Constitución de 1917, el primer artículo que causa gran discusión entre los constituyentes es precisamente el tercero, que regula la educación. Al final se decide que ésta sea laica, es decir, que no tenga relación alguna con la religión. Incluso por unos años (de 1933 a 1940) la educación en México fue socialista, ya no laica.





Universidad de Colima
Bachillerato #4



-MATERIA: Introducción a las Ciencias Sociales 

-MAESTRO: Augusto Lozano 

-TRABAJO: “Pagina web ciencias sociales” 

-ALUMNA: Olga Fabiola Calderón Uribe 

-GRADO Y GRUPO: 1ro “D” 

-LUGAR Y FECHA: 30 de Noviembre de 2018. Villa de Álvarez, Colima.

7 comentarios:

  1. Excelente trabajo, muy completo y organizado, me encantó

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